En su cuarto y mejor partido en lo que va de pretemporada, el conjunto valenciano demostró que de medio campo para arriba sigue siendo un equipo temible, incluso sin Juan Mata -jugó sólo los últimos treinta minutos-, aunque volvió a exhibir lagunas en defensa, especialmente a la hora de sacar el balón jugado desde atrás.
La imagen de los lisboetas, que se presentaban ante su afición, poco tuvo que ver con la de otros partidos de pretemporada -como frente al Juventus italiano, al que ganó 2-1-, decepcionando a una afición que llenó las gradas del José Alvalade y que acabó despidiendo a su equipo con silbidos.
Ordenado en torno a un claro 4-2-3-1, con Diego Alves como titular, Albelda y Topal como pareja de pivotes y el canterano Bernat -uno de los más destacados del encuentro- de interior izquierdo, el Valencia comenzó el encuentro volcado al ataque con el propósito de borrar la mala imagen del último encuentro, cuando perdió por 4-1 contra el Rapid de Viena austríaco.
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